Un año más, el Maravilloso Mundo de los Tebeos, les ofrece la crónica de Expocómic, elaborada por nuestro enviado especial, el Reporter Tribulete.
Tras un tortuoso viaje en diferentes transportes públicos (que este reportero tuvo que pagar de su bolsillo pues el jefe sigue sin rascarse ni un céntimo) llegué a la nueva ubicación del Expocómic, el Palacio de Cristal de la Casa de Campo de Madrid.
Unos enormes cartelones repletos de onomatopeyas presidían la entrada. Unos amables voluntarios nos daban la bienvenida con un estupendo cómic de regalo (de Nexus en mi caso) y la guía oficial de esta edición de Expocómic, amén de un ejemplar de la revista Dibuks con un flotador de Shrek de regalo.
Ya con las manos llenas de obsequios y la mochila comenzando a llenarse peligrosamente, nos encontramos que esta nueva ubicación es mucho más espaciosa (4.000 metros cuadrados), con más stands y más luminosa (para algo se llama Palacio de Cristal, oigan) Asombrosos stands, repletos de tebeos y cómics hasta decir basta, aturdían mis sentidos por doquier, ante tal acumulación de colorines, olor a tintaza y sugerentes imágenes.
Cada stand ofrecía sus gangas y productos para todos los gustos, desde tebeos clásicos, raros e incunables (La Bola Casa Usher volvió a ser el paraíso del coleccionista de tebeos Bruguera.);
Venta de "merchandising" de lo más diverso (gorras, camisetas, banderas...)
pasando por katanas, espadas, armas "frikis" de filo y armamento en general para supervillanos,
terminado por posters y demás parafernalia para adornar tu habitación y que cualquiera que entré en tu casa sepa hasta que punto eres un "frikazo" (y a mucha honra.)
Diversas actividades complementaban el maremágnum consumista que suponen estos salones del cómic, como las consabidas consolas, talleres varios, firmas de autores, presentaciones y charlas debate.
Editoriales como Norma, Glenat, Diabolo, Dolmen presentaron sus novedades en sus stands. De nuevo, dos de las grandes editoriales de nuestro país (Panini y Planeta) ignoraron el Expocómic y no pusieron stand. (Se ve que prefieren guardar fuerzas sólo para el Salón de Barcelona y los expomangas.) Aunque deberían saber que en Madrid y alrededores hay muchos amantes de los tebeos; por lo cual deberían respetar más este encuentro anual, y no ignorarlo como si fuera una cosilla sin importancia.
El Gran Chtulhu también estuvo presente en el Expocómic, vigilando el puesto de venta de originales, haciéndose fotos con los aficionados y preguntando por los stand de Planeta y Panini: "¿Cómo? ¿Qué no han venido? Ya verás cuando envíe unos cuantos profundos a sus fondos editoriales, y haga unas cuantas piras rituales en mi honor. ¡¡¡ Suplicarán por venir al Expocomic!!!"
La variedad de tiendas y de productos ofertados en esta edición fue muy extensa, gracias al mayor espacio disponible.
Scooby Doo y Dino, de los Picapiedra, fueron tan amables de posar, en exclusiva, para nuestro reportaje, pero se negaron a hacer declaraciones sobre el supuesto romance entre ellos: "Esos cotilleos se los dejamos a los de Salvamé"- manifestaron entre aspavientos. (Sin embargo sus miraditas dicen todo. EXCLUSIVA.)
También hubo varias exposiciones
Y muchas sillas para ver el escenario central (lástima qué cuando este reportero llegó no había nada ni nadie por allí, pero les podemos asegurar que se llenaron después.)
También se vendían muñequitos diversos de nuestros personajes favoritos de los tebeos (por ejemplo una JLA completa por 6€ compuesta por Batman, Flash, Green Lantern, Aquaman, Hankman y Starfire, que este reportero se llevó para sus estantes. Además de un Botones Sacarino.) Pero ni una figura de Iznogud (lo cual enojó al jefe, que prometió arrojar napalm el año que viene como no vendan efigies suyas en cada puesto.)
En definitiva que este año fue otra gran edición de Expocómic, que año tras año crece en espacio, actividades, autores que la visitan y, en definitiva, en interés.
Para más información sobre Expocómic pueden visitar cualquiera de estos enlaces:
Para El Maravilloso Mundo de los Tebeos informó el Reporter Tribulete, (que sin duda alguna es un zoquete.)