Martz Schmidt, además de tener un estilo de dibujo muy peculiar y cuidado, era único poniendo nombres a sus creaciones. Todos su personajes más conocidos tienen nombres muy sonoros, más bien raros, y que sólo de oírlos ya te hacen sonreír: El Profesor Tragacanto, el Doctor Cataplasma, Deliranta Rococó y Camelio Majareto, todos personajes delirantes y de lo mejor que te podías encontrar en las revistas Bruguera.
Camelio Majareto es un psiquiatra más loco que sus pacientes, pues es bastante excéntrico con unos métodos de curación atolondrados y casi siempre fallidos.
Le acompaña en sus aventuras una secretaría recepcionista muy mona, pues a Schmidt siempre se le dio bien dibujar bellezas. (Admiren su Cleopatra o las Vampiras Hijas de la Noche de la historia de Doña Urraca en el Castillo de Nosferatu, censuradas en su día por ser demasiado sexys.) Sin embargo, en sus obras predominan las mujeres orondas como Panchita o Deliranta Rococó, contrapuestas a esas bellas mujeres que era capaz de dibujar pero que, el tipo de historietas (humorística infantil) y la época que le toco vivir (el régimen franquista) le impidieron desarrollar personajes femeninos más bellos.
Pero volviendo al tema, la gracia de esta serie de historietas consistía en los extravagantes clientes que acudían a la consulta de Camelio Majareto y en los singulares tratamientos a los que eran sometidos.
Camelio en su aspecto se parecía a Gruocho Marx (gafas, bigote y forma de andar) siempre estaba fumando cigarrillos con boquilla y lucía una pajarita roja como única nota de color de su negro atuendo.
Este personaje apareció en las revistas Bruguera desde finales de los años 70 hasta el cierre de la Editorial Bruguera a mediados de los 80. Casi una década de historietas verdaderamente majaretas.
Les dejamos con un ejemplo para que los que las leyeron rememoren al personaje, y los que no le conocieron puedan disfrutar de esta sin par creación de Martz Schmidt.
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