martes, 3 de agosto de 2010

Don Óptimo

Todos somos dos tipos de personas. Los que vemos la botella medio llena o medio vacia. Son dos filosofías de vida. Dos formas de ver el mundo. Los eternos optimistas o los agoreros pesimistas.
Tal vez recuerden una serie de dibujos animados de Hanna-Barbera del año 1962:
LEONCIO Y TRISTÓN
El león Leoncio era optimista, valiente, con iniciativa en contraposición de su asustadizo amigo, la hiena Tristón, pesimista, cobardica y quejica. Sin duda, un ejemplo animado de lo que les hablaba más arriba.
Otro ejemplo de estas dos formas de ver la vida la encontramos en la revista Tío Vivo de la editorial Bruguera.
Escobar, el credor de otros grandes personajes del tebeo como Zipi y Zape y Carpanta, comenzó, en el año 1964, las historietas de un singular personaje, Don Óptimo.
Se trataba de un orondo señor, bajito, con bigotito al uso de la época, con rídículo sombrero y traje de chaqueta color rojo chillón. Su nombre indicaba su carácter. Era el optimismo personalizado. Siempre alegre, jovial, algo bobalicón, sacaba el lado posistivo de las cosas por malas que pudiesen parecer.
Le acompañaba su antítesis, Don Pésimo, un señor alto y delgado con bigotón, demacrado, que vestía de riguroso negro, al que todo le parecía mal. Era un cenizo contumáz. Hiciese lo que hiciese, le salía mal; y solía llevarse muchos porrazos y disgustos en cada historieta, mientras Don Óptimo trataba de animarle o ayudarle, aunque le llevase a peores consecuencias.
Estas historietas encerraban la moraleja que todos ya saben. No hay nada bueno, ni malo, sí no que depende de con el color del cristal con el que se mire.
BOTELLA MEDIO LLENA, BOTELLA MEDIO VACIA 
Les dejo una simpática historieta de este entrañable personaje. ¡Qué la disfruten!


5 comentarios:

Doctor dijo...

Recuerdo las tardes de la primera cadena, los dibujos de Hanna Barbera, los de la Wagner. Recuerdo peregrinaciones a Madrid, y la plaza de toros frente a Alcalá Comics. Lo recuerdo todo, como si tuviera otra vida, o como si yo mismo fuera otro.

Recuerdo sobretodo a Alan Moore, cuando era más joven que el tiempo, y el número ocho de Miracleman. Y es que antes, lo más culto que podía conocer, eran las historietas de Don Miki, su vuelta al mundo en ochenta días, los tiempos en los que Gengis Khan se convertía en pato, o en personaje Disney...

Sí, recuerdo a Leoncio y ese doblaje en español internacional, las largas secuencias de diálogos en los que los dibujos apenas se movían... esos planos laterales, y el fondo moviéndose... xxD

Eso querrá decir que aún no tengo alzheimer... xxD

Saludos

Doc,
Crítico inevitable

Humor,cosecha89-90 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Elisa N Viajes dijo...

Me encantó tu blog.
Lo descubro desde el sitio de los premios 20blogs.
El mío tiene un tema distinto: fotos y relatos de viajes.
Saludos desde Argentina
Elisa

Oliver the Bloggerian dijo...

Muy buen blog, si señor, me has hecho que evoque tiempos pasados, no sé si mejores o no, pero con añoranza, al fin y al cabo...

Un saludo!!

Iznogud dijo...

Gracias todos los que me visitaron. Me alegro que les guste el blog. Este blog se hace para que todo elmundo recuerde estos tebeos y arrancar por unos minutos sonrisas.